Cuando la masturbación es un arte II
Las diferentes técnicas masturbatorias masculinas en solitario de las que hablamos ayer han despertado gran interés entre los lectores de RAGAP. En esta ocasión nos centraremos en el motivo real que hay detrás de cada masturbación.
Según el momento del día, el estado de ánimo o, simplemente, el origen de la erección, la masturbación produce diferentes efectos en el cuerpo. Estar excitado responde a muchos estímulos y en la variedad está el gusto. Y tú, ¿por qué te masturbas?
Paja despertador
Tan imposible es controlar el paso del tiempo como las erecciones mañaneras. No importa que hayamos soñado con un Adonis o con la próxima visita de vuestros padres. El 95% de los hombres se despierta con la tienda de campaña puesta el 95 % de las veces. Sobre el 5% restante no sabemos nada, pero para la gran mayoría de los mortales, no hay mejor manera de comenzar el día que aprovechar esa erección para despertarse con alegría. Meterse en la ducha con agua caliente y dar los buenos días al mundo de esta manera se conoce como la paja despertador.
Paja dormilona
Como su propio nombre indica, la paja más recurrente para cualquier hombre es la de antes de ir a dormir. No hay nada mejor para conciliar el sueño. La masturbación nocturna es el momento más íntimo en el que nos encontramos con nosotros mismos. Es tiempo de recordar al chico que nos vuelve tan loco durante el día y que solo es alcanzable en nuestra mente para dormir bien agustito.
Paja para matar el aburrimiento
Cuantas horas muertas y poco productivas malgastamos en casa a lo largo del día. Y ni siquiera jugar a la Play Station o tocar la guitarra son siempre una alternativa para matar el aburrimiento. Es entonces cuando podemos divertirnos sin necesidad de ningún artificio extra. Masturbarse cuando no hay nada mejor que hacer es mejor que no hacer nada.
Para para quitar el estrés del trabajo
El duro ritmo del trabajo diario es una fuente de ansiedad y estrés que puede llegar a bloquearnos. Para evitarlo, tenemos que saber poner al mal tiempo buena cara. Y si no vivimos para trabajar sino que trabajamos para vivir, masturbarse después de una larga jornada laboral es la mejor recompensa a nuestro esfuerzo. Una paga extra diaria que nos podemos dar sin permiso de nadie.
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