SEXUALIDAD MASCULINA

SEXUALIDAD MASCULINA

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cursos: Talleres de salud sexual

Cursos dirigidos a profesionales no sanitarios cuya actividad profesional tenga relación con el ámbito de la sexualidad humana


Cursos dirigidos a empresas


Cursos para directivos


Cursos dirigidos a instituciones públicas


Y otras entidades ONGs cuyo trabajo se desarrolle en el ámbito de la salud sexual y reproductiva


Los talleres de salud sexual tienen como objetivo informar y debatir sobre la importancia de sexualidad como un elemento fundamental de salud y bienestar, conocer aquellos factores que interfieren en ella: biológicos, psicológicos y sociales, conocer la vivencia de la sexualidad en la actualidad, sus problemas y sus tratamientos.


Taller de sexualidad para profesionales de los medios de comunicación.


Taller de sexualidad para profesionales de la industria farmacéutica

Cursos de counseling en sexualidad humana
El curso de Counseling tiene como objetivo formar a los profesionales para que, aunque no sean especialistas en terapia sexual y de pareja, puedan abordar las disfunciones y problemas sexuales de sus pacientes. Proporciona recursos útiles y sencillos que permitan ofrecer una intervención sexual básica que solucione el problema y refuerce la adhesión al tratamiento farmacológico


Counseling en sexualidad humana.


Curso de sexualidad Masculina


Curso de Introducción a la sexualidad


Formación para orientadores y educadores en salud sexual


Formación de capacitación en terapias sexuales

Objetivos

Objetivos

¿Por qué promover una sexualidad saludable?

La sexualidad es una parte integral de la vida humana. Tiene que ver con la reproducción, pero también con el placer, la intimidad y el acercamiento emocional a otras personas.
En 2002, la OMS (Organización Mundial de la Salud)  reconoce que la sexualidad es “una parte integrante de la salud de las personas” y que puede ser un elemento de salud o de enfermedad .
También declara que los servicios sanitarios han de responder a las necesidades de hombres y mujeres en materia de sexualidad, y no solamente al asesoramiento y cuidado relacionados con la reproducción y las infecciones de transmisión sexual.
Actualmente los problemas sexuales son muy frecuentes y afectan de manera importante a la calidad de vida de las personas:
Aproximadamente el 40 % de las mujeres americanas presentan problemas sexuales y, de ellas, el 12% se acompañan con malestar personal e interferencia negativa en sus relaciones personales.
En el caso de los hombres, la disfunción eréctil, la disminución de la libido o los problemas eyaculatorios van aumentando a medida que avanza la edad. En el 31% de los hombres, de 18 a 59 años, se ha encontrado algún deterioro de la función sexual.
El aumento de la esperanza de vida, la liberación de las costumbres sexuales, la mayor aceptación social respecto al placer sexual y la incorporación de los derechos sexuales a los derechos humanos han cambiado el panorama sexual de las personas y de los profesionales.
Las personas consideran importante poder disfrutar de una sexualidad sana y gratificante, y eso se traduce en el aumento de demandas que, sobre estos temas, realizan los pacientes.
Los profesionales sanitarios deben sensibilizarse sobre este tema y ofrecer al paciente la oportunidad de poder expresar sus problemas. De la misma manera, los profesionales sanitarios necesitan formación para poder atender estas demandas, conocer los patrones de conductas sexuales, y los factores y enfermedades que en ellas influyen.
Con la aparición de tratamientos farmacológicos eficaces para disfunciones sexuales, las disfunciones sexuales forman parte de la práctica asistencial.
Los objetivos del Instituto Iberoamericano de Sexología se desglosan en:
  • Asesoramiento y formación en todos los temas relacionados con la salud sexual y la sexualidad de las personas
  • Realización de estudios clínicos, estudios de mercado: necesidades e impactos
  • Elaboración e implementación de proyectos técnicos
  • Elaboración de materiales divulgativos y de soporte
  • Creación y ejecución de proyectos de marketing y comunicación

Instituto Iberoamericano de Sexología LA WEB DE LA SEXOLOGÍA EN IBEROAMERICA


¿Qué les pasa a los hombres?


Aumentan los casos de hombres que cada vez tienen menos ganas de tener sexo con su pareja

 Falta de deseo en el hombre
photo credit: just.Luc via photopin cc
La semana pasada conversando con Beatriz Garcia Portalatin, redactora y periodista, me preguntaba sobre un tema que le había llamado la atención en el programa científico del último congreso español de la Federación de Sociedades de Sexologia.
El tema en cuestión era sobre la falta de deseo sexual en los hombres. ¿Qué está ocurriendo para que esté aumentando esta demanda en las consultas?
Los clínicos hace tiempo que estamos tratando este problema, y siempre lo hacemos de una manera individualizada, adaptando la terapia a las características de cada paciente, pero también es cierto que es un tema que se empieza a debatir  en los foros profesionales, reflexión y puesta en común contextualización, factores etiológicos, tratamientos…
De esa conversación describo aquí algunas preguntas y consideraciones  que pueden ayudarnos a reflexionar sobre este tema.
La primera pregunta es saber el porcentaje de hombres que lo padecen.
No lo tenemos nada claro, no hay demasiados estudios serios, ni tenemos datos generales
¿Qué nos dicen los estudios?
Sabemos que la prevalencia se calcula entre el 5 y el 15%, que es un trastorno que aumenta con la edad, aunque en las consultas lo que más veamos son adultos jóvenes normalmente menores de 40 años, y que normalmente se acompañan de otros trastornos sexuales, problemas crónicos de disfunción eréctil o eyaculación precoz pueden producir a la larga bajo deseo sexual.
Sabemos que los medicamentos antidepresivos,  ansiolíticos, los anti andrógenos, algunos analgésicos pueden intervenir en su aparición, también el alcoholismo y otras drogas, determinadas enfermedades, sobretodo la depresión, la deficiencia de testosterona, el estrés, el cansancio…
Todos esos factores y muchos otros sin duda están implicados, pero todos ellos son de algún modo previsibles  ¿la pereza?…
Mi percepción al respecto es que los patrones de respuesta sexual masculina y femenina se están acercando, e igual que hay consenso científico en admitir, que el patrón del deseo de la mujer con pareja estable es más bien receptivo, dónde los factores de intimidad y calidad erótica y emocional de la pareja son fundamentales, en los hombres este patrón también está apareciendo. Hay hombres, cada vez más, que responden a la aproximación de la pareja pero manifiestan menos veces deseo espontáneo para tomar la iniciativa.
El estrés, el cansancio, la competitividad laboral, la ansiedad…influyen en el deseo espontáneo del hombre con pareja estable. También el tener siempre que tomar la iniciativa, les cansa, desean ser deseados y que se les busque.
Otro factor que se podría tener en cuenta es el tipo de pareja, entre las parejas jóvenes, no es infrecuente encontrar el tipo de “pareja fusional”, aquella pareja que son tan parecidos y hacen cosas tan parecidas que pierden la empatía y la atracción sexual y por ende el deseo hacia el otro.
Los hombres y las mujeres somos iguales y a la vez  diferentes, y eso es importante.
Después de reflexionar sobre las diferentes causas implicadas, otro aspecto  importante es que la repercusión  que el bajo deseo masculino tiene en la pareja, y la vivencia es mucho peor que en el caso del bajo deseo femenino.  Se sigue teniendo la idea de que el hombre siempre está dispuesto, y si no es así es porque no hay atracción, sin contemplar otros factores externos que muchas veces son determinantes.
Y para acabar estas reflexiones  podemos decir que las líneas de actuación, que se utilizan en la actualidad, para tratar esta disfunción sexual con hombres son parecidas a las que utilizamos con las mujeres, siempre se han de descartar problemas hormonales o reacciones secundarias a otra disfunción como problemas de erección o eyaculación rápida, percepción de pocas habilidades eróticas que provocan inseguridad. Trabajar las fantasías y estimulaciones eróticas, la obligación de cumplir, dedicar tiempo a recuperar la atracción erótica y el placer compartido.
Muchas veces el bajo deseo es con la actividad compartida, no con la masturbación. Es más cómodo en ocasiones que gestionar el compartir sexo, pero ¿es lo que realmente queremos? Es importante, y mucho el placer conseguido con una actividad sexual, pero ¿no lo es más compartida, aunque haya que gestionar y consensuar más?