Hombres: tenemos que hablar de nuestra higiene.
Y de nuestros anos.
Y me gustaría decir que vamos a hablar de masturbación anal o penetración anal o alguna práctica divertida y potencialmente ofensiva para las buenas conciencias de este país, pero no. En realidad, el motivo por el que escribo esto es bastante más desagradable de lo que me gustaría. Y es que hace unos días, en Twitter muchas mujeres compartieron historias de horror sobre la falta de higiene de muchos hombres al tener sexo… y mejor véanlas ustedes:
Si quieren leer otras, pueden revisarlas por acá.
Así que para prevenir esas u otras situaciones, va un texto breve con consejos básicos de higiene sexual para hombres o personas con pene:
Lávate el pene
Sé que esto suena obvio, pero, ¿sabes qué no suena tan obvio? Esmegma. Y no, el esmegma no es el nombre de un nuevo pokémon, sino un lubricante natural del pene que, si se acumula, puede llegar a tener un olor desagradable, además de favorecer infecciones. El esmegma se acumula debajo del prepucio, es blanco, aceitoso y limpiarlo es muy fácil: retrae el prepucio y talla suavemente la parte de abajo de la cabeza de tu pene con agua tibia y espuma de jabón ¡y listo! No tendrás ningún problema y nadie querrá vomitar cuando se acerquen a hacerte el dulce dulce amor oral.
Y si no tienes prepucio igual lávate el pene, no te hará mal y tus parejas te lo agradecerán. O igual y no, porque no sé si se nos debería agradecer mantener la higiene sexual básica. ¿Eres hombre y te sientes ofendido por la suposición de que un gran porcentaje de nosotros no se limpia correctamente es una exageración? Asegúrate de dejar tu opinión en los comentarios, me encantará leerte.
Lava tus testículos
Los testículos y el perineo son dos partes del pene que están expuestas al sudor, por lo que pueden acumular olores, igual que las axilas. Una forma de disminuir la acumulación de malos olores es usando ropa interior de algodón con adecuada ventilación.
Y sí, acabo de decir que los testículos son las axilas de los genitales. No, no puedes usar esa frase sin darme regalías. O mejor, sí. Fuck copyright.
Revisa olores
Los hombres tenemos la nociva cultura de no ir nunca al doctor, porque eso nos haría sentirnos débiles y ser débil no es de hombres verdaderos. Al parecer, lo que sí es de hombres de verdad es ir al doctor cada 30 años solo para que nos informe que nos dio un infarto al miocardio y quedarnos con esta cara:
Así que, revisa tu pene. Sus olores, al menos, aunque no estaría de más revisar de vez en cuando que no existan llagas, verrugas u otras anormalidades. Si vas a tener sexo, métete a un baño, lávate las manos, pasa tu dedo por el prepucio retraído y huélelo (y ni hagas esa cara, si alguien se lo va a meter a su boca, es lo mínimo que puedes hacer). Si tienes un olor desagradable, lávate con tantita agua y retira el esmegma que pudiera estar ahí. Repite el procedimiento y verifica que el hedor haya desaparecido. Obviamente, si te bañaste por la mañana y son las 3 de la madrugada, es normal que se note: los cuerpos tienen olores y eso está bien. Pero si el olor es MUY desagradable, ten decencia y mejor di que no puedes tener sexo porque tu religión solo te lo permite hacerlo los miércoles o cualquier excusa que se te ocurra. Te lo van a agradecer.
Importante: los penes no deberían tener un olor ni muy fuerte ni desagradable (esto aplica para todo tu cuerpo, en general, [léase: ¡lávate bien los pies!]), pero si por algo notas olores nuevos y muy fuertes, ve con el doctor, pues podría ser señal de infección.
La gotita traicionera
La historia es conocida. Vas al baño, terminas de orinar, te sacudes como te enseñaron en tu casa, te pones de nuevo el pantalón, y al salir del baño
oh
no
nooo
NOOOOO
La gotita traicionera es un fenómeno fisiológico normal y creo que es seguro decir que nos ha ocurrido a casi todos los hombres y personas con pene. Sucede que nuestra uretra es como una manguera: cuando cierras la llave, hay gotitas que quedaron en el tubo y que siguen saliendo, por pura gravedad (estas gotitas se suelen acumular en la punta de la uretra, por lo que salen después). El problema no es necesariamente que suceda, sino que las gotitas de orina acumuladas pueden generar un mal olor. Algunos consejos para evitar esto:
- No te aprietes. Baja tu ropa interior lo suficiente como para que no esté presionando tu vejiga al momento de orinar y todo el líquido pueda salir. O sea: BAJA TUS CALZONES HASTA EL PISO. O no. Nomás poquito, que no presionen.
- Espérate un poco. Como dije: la uretra es como una manguera común. La mayoría de las veces, nos manchamos porque orinamos, nos sacudimos y salimos corriendo. Mejor quédate parado frente al urinal un momento en lo que terminan de salir las gotitas. Si te cuesta trabajo quedarte quieto, hay muchas cosas que puedes hacer: estudia aforismos de Schopenhauer para impresionar a las chicas con tu intelectual misoginia. Recita un poema de Rupi Kaur en voz alta. Habla sobre el ciclo embrionario de las palomas con el hombre que orine junto a ti. Es más: tócale el hombro mientras lo haces para afianzar una nueva amistad. El mundo está a tu disposición. El único límite es tu creatividad.
- Haz tus kegels. Tiran paro para evitar la incontinencia urinaria y te darán mejores erecciones. Do you even lift your pito, bro?
- Sacudir no es suficiente. Sacudir es bien, pero para los penes con prepucio puede ser particularmente insuficiente, porque puede quedarse orina acumulada ahí. Toma tantito papel y quítala. Las mujeres y personas con vulva lo hacen. No veo por qué nosotros no.
POR EL AMOR DE TODO LO QUE ES SAGRADO, LIMPIA BIEN TU ANO
Sé lo que están pensando. “¿Cuándo estrenarán la octava temporada de Game of Thrones? ES MUY DIFÍCIL MANTENERME CON VIDA”. Pero en este post prometí hablarles de anos, no de Daenerys Targaryen, la legítima heredera del Trono de Hierro, así que de anos hablaré.
El tema es este: muchos hombres heterosexuales no se limpian correctamentelos anos después de cagar, por lo que manchan su ropa interior y acumulan mal olor. El fenómeno no ha sido estudiado desde la 100cia (hasta donde sé), pero en internet se ha discutido una posible explicación al fenómeno: para limpiarse el ano hay que tocarlo y tocarse el ano es muy gay.
Sé que podría sonar exagerado, pero sígueme en este silogismo: ¿Por qué los hombres no nos solemos hacer cargo de nuestro cuidado? Porque el cuidado personal es cosa de mujeres. ¿Qué tipo de hombres son como mujeres? Los homosexuales. Por lo tanto, ¿hacerte cargo de tu higiene corporal te hace gay? Por supuesto que no, Aristóteles, pero así llegan a pensar muchos hombres heterosexuales, aunque no se den cuenta. Por eso se conoce como homofobia internalizada (que es, también, misoginia internalizada). Ahora, no sé si esta sea la razón por la que esto sucede y no me atrevería a afirmar que es así. Puede que sí o puede que sea otra cosa. Quién sabe. Pero lo cierto es que sucede y por eso vale la pena dedicarle un par de minutos de atención.
¿Cómo ser recordado como un excelente amante en vez de, pues, El Cacas?
Respuesta: límpiate bien el ano. Solo eso. Es fácil. Limpia tu ano como educarías a un niño: sin crueldad pero con delicada firmeza. No le tengas miedo al papel higiénico. Revisa que la parte interior de tus preciosas nalguitas no hayan quedado manchadas. Haz lo mismo con el perineo. Cuando estés terminando, relaja la tensión de tus músculos puboccocígeos (los que aprietas si detienes el flujo de la orina) y asegúrate de limpiarte con poquito papel justo en la entrada de tu ano para remover lo que pueda quedar. Síguelo haciendo hasta que estés limpio. Si lo consideras necesario, pon a Cartel de Santa en tu celular mientras lees una columna de Arturo Pérez-Reverte para asegurarte de preservar tu heterosexualidad. Todo se vale. Es más: usa toallitas húmedas para tener un culo limpio, fresco y primaveral. Pero límpiate. Ni siquiera necesitas realizarte un enema (a menos que vaya a haber interacción sexual directa con tu ano, en cuyo caso sí es altamente recomendable), solo lávate y límpiate bien la cola. Si tienes dudas, hay hasta guías en internet al respecto. Y antes de tener sexo, entra al baño y revísate. Si tienes la ropa interior manchada, si hueles mal, si te sientes incómodo, ahórrate un mal momento y retírate. Será lo mejor.
Como dice la antigua máxima latina: primus gradus sit amare personam non habens in puppi deturbat braccas “el primer paso para enamorar a una persona es no tener caca en los calzones”. No lo dije yo, lo dijo Virgilio. No ese Virgilio, pero seguro sí algún Virgilio. Y si ya estás limpio, si hueles bien, si te limpiaste bien y todo está en orden, entonces, date y disfruta de tu encuentro sexual.